Sobre la escapada a la playa lluviosa pero no necesariamente triste

Cuando se va camino a la playa se antoja el mar, la alberca, una caminata en la arena, un asoleado y bronceado de envidia en un camastro cómodo, el ceviche, una piña colada, o una cerveza bien fría para aliviarnos de la estrella de todas las actividades anteriores; el sol.
Me pregunto entonces, qué se hace en una playa sin sol. En una playa lluviosa desde que sala el sol hasta que se va a la cama.
Nos podemos concentrar como segunda opción, en su hermana mar.
A la mar se le atribuyen cualidades relajantes y es fuente y objeto de contemplación y luego inspiración.
Entre algunas víctimas ilusas enamoradas del mar encuentran el poeta Pablo Neruda y los escritores Hemingway y Steinbeck. Además del resto de los mortales que nos inmutamos antes la grandeza del mar. Como si bajo el mismo encantamiento de hipnotismo que produce mirar el fuego arder; se puede mirar por minutos largos y horas sin hablar ni pensar con la mirada ininterrumpida y fija. Este mismo efecto produce el ir y venir de la mar.
En el caso de esta escapada, los protagonistas tenían varios motivos de ir a la playa. Sanar y distraer una pena muy grande, descansar la fatiga del trabajo, la escuela, el tráfico y la ciudad, buscar silencio, cambiar de aires, acompañar y estar en familia y con amigos, darle vuelo a 2 o 3 días de libertad, empezar una etapa nueva y difícil, o la promesa de toda la lista enumerada al inicio que todos esperaban y no obtuvo ninguno.
Y Como consuelo a la falta de sol, los protagonistas tuvieron que concentrarse en el mar.
Se tomaron un baño de 4 horas que normalmente solamente un niño (que tiene energía ilimitada) sería capaz de soportar. A la salida se comieron su ceviche y su cerveza seguidos de una siesta) muy larga (bajo techo en un sillón cómodo, en lugar de bajo una sombrilla.
Al final de este ritual se quedaron con mucha paz y energía para volver a la ciudad, con la promesa de que su próxima escapad al mar saldría el sol. La próxima escapada tendrían toda la lista del inicio, más un atardecer sobre el mar.

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